Sabemos que la salud es un pilar fundamental de nuestra vida, sin salud no podemos vivir con plenitud. Pero ¿cómo se consigue y cómo se mantiene la salud? La alimentación, el ejercicio y un estilo de vida saludable son importantes, pero ¿qué hay del lugar donde vivimos?
Cada vez son más las personas que adquieren consciencia de la importancia de vivir en un entorno sano y en este sentido, nuestro hogar es el primer espacio que debe servir como refugio de salud.
Vivir en una casa sana es fundamental para que nuestro organismo funcione al 100%, que nuestro sistema inmune esté alerta y que nuestro cuerpo se mantenga libre de tóxicos y químicos. Así, ¿cuáles son los pasos clave para conseguir un hogar saludable?
El ambiente interior
En primer lugar, debemos tener en cuenta el ambiente interior de nuestra vivienda, manteniendo una relación adecuada entre temperatura y humedad.
La temperatura debe mantenerse no más alta de 22-23 grados -por supuesto depende de la estancia- y la humedad entre el 30 y el 60%, ya que por encima del 60% el ambiente es propenso a gérmenes y moho y por debajo, encontramos espacios demasiado secos propensos a disponer de polvo y partículas en suspensión que reducen nuestras defensas.
La temperatura también debe mantenerse baja para que el organismo active sus procesos metabólicos, sabemos que es mejor ponernos un jersey que subir la calefacción y además es una excelente forma de ahorrar energía.
El electroclima
Hoy en día vivimos conectados. Teléfonos inalámbricos, red WIFI, cableado eléctrico y aparatos conectados en zonas de descanso, cocinas de placas de inducción, etc. nuestra casa es una fuente de radiaciones que aunque sean bajas, están actuando a cortas distancias.
Es importante liberar al máximo nuestro cuerpo de las tensiones producidas por estas ondas que aunque no las notemos, actúan a nivel intracelular.
Utilizar internet por cable, evitar las placas de inducción -especialmente para mujeres embarazadas y niños- , evitar dormir en una pared con cableado o utilizar auriculares para hablar con el móvil son algunas de las estrategias sencillas que nos mantienen algo más libres de ondas y sus efectos en nuestro día a día.
Materiales naturales y sanos
Aunque muchas de las casas donde vivimos ya han sido mal construidas y reformarlas de forma natural es caro, sí que es importante tener en cuenta ante cualquier reforma o sustitución de mobiliario la búsqueda de alternativas naturales y libres de tóxicos.
Desde mesas, sillas y camas de madera sin tratar, hasta pinturas ecológicas y naturales en base de silicatos y vegetales o tejidos de hogar libres de formaldehido, un compuesto muy común en sofás, cortinas y aislamientos que ha sido catalogado como cancerígeno a nivel europeo.
Nuestra casa debe ser un refugio de salud donde resguardarnos junto a nuestra familia y ser felices, pero a pesar de ello, son muchos los hogares que cuentan con condiciones poco saludables, ya sea por una ventilación insuficiente, por la acumulación de partículas tóxicas en el ambiente o por disponer de un clima demasiado seco que merma nuestras defensas.
Es importante revisar nuestra vivienda y actuar para ir mejorando poco a poco su estado de salud y con ella nuestro bienestar.
Sobre la autora de este artículo
Jade Serra es arquitecta especializada en bioconstrucción y diseño de casas sanas.
Junto a su socio, Víctor, Jade es fundadora del estudio de arquitectura SlowHome, especializado en diseño y construcción de casas ecológicas y sanas en toda España.
Además, Jade tiene un blog personal sobre casas ecológicas donde cada semana comparte consejos y casos reales de personas que quieren llevar un estilo de vida más sano a través de la construcción de una casa natural.